Esta última colección ha sido una inspiración de los años 30. Una década que se enfrentaba a una gran crisis mundial y que trajo consigo el ingreso de la mujer al trabajo.
He querido hacerles un tributo a esa mujeres que crearon un estilo más liviano y femenino, donde la elegancia fue la premisa fundamental y donde se dejaron atrás «las flappers».
Siluetas femeninas donde las prendas tendían a marcar la cintura y a entallar la figura. El traje de chaqueta era el más usado en las calles y el largo de los vestidos y las faldas cayó hasta los tobillos.
Una mezcla de tejidos entre el terciopelo que nos aporta una suave sensación muy distintiva, suavidad y ternura con la seda creando un efecto relajante.
Lazos de terciopelos hechos a mano y botones de seda que recorren el cuerpo de la mujer.
Los colores nos envuelven en un otoño morado, rojo, azul noche y verde aguamarina que entre sí hacen un colorido fuerte y poderoso que envuelve la colección.
20 looks crean esta colección cada uno de ellos diseñados para que la comodidad, elegancia y naturalidad de la #mujerbgg no pase desapercibida.
«Realzar la esencia de la mujer es la filosofía que BGG Couture destaca en todas sus colecciones»